sábado, 19 de abril de 2008

La leyenda de la chimenea Mónica

Dicen que las leyendas tienen el objetivo de mostrar un comportamiento ejemplar que sirva como símbolo de alguna virtud universal. No en todas las leyendas gana el bueno, ni mucho menos. También dicen que las leyendas suelen alejarse de la realidad para conseguir su propósito ejemplarizante.

En todo sitio que se precie nacen leyendas. Es algo innato a las personas. Siempre hay historias que se cuentan y recuentan y transforman y crecen y giran hasta pasar al imaginario popular separándose finalmente del hecho inicial que las originó.

En Málaga tenemos una leyenda hermosa de la que hablé hace poco porque el Sr. Chinarro hablaba de ella en una canción. Es la leyenda de la Chimenea de Mónica.

La base de la leyenda es la pintada que adorna con el nombre de Mónica la chimenea más alta del Paseo Marítimo de Poniente, en el barrio de Huelin. Imaginaros, esa chimenea tan enorme y que un día de pronto aparece ese nombre en ella. No puede ser de otro modo. Es una historia de Amor. Y ahí surge la leyenda que principalmente cuenta que la pintada la hizo un enamorado tras una pelea con su amada y que este hecho heroico los llevó a una reconciliación a partir de la cual vivieron felices para siempre.



Y esta leyenda siempre ha adornado la chimenea, la playa y el barrio que la acoge.

Y por una vez esta leyenda se ha hecho realidad y la realidad es igual o mejor que la leyenda.
Sí, hubo una pelea y sí, hubo una reconciliación y lo que no contaba la leyenda es que al final se casaron y se fueron a vivir a Tenerife donde tienen dos niños ya, que de vez en cuando vienen con sus padres a Málaga a ver la chimenea que papá le regaló a mamá.
Es la historia más maravillosa, más loca, más romántica y emocionante que se pueda contar y además es de verdad. Y es perfecta hasta en su imperfección. Por lo que parece el enamorado quería pintar 'Mónica te quiero' pero se quedó sin pintura.

Ahora el Ayuntamiento ha decidido restaurar la chimenea, símbolo del pasado industrial de Málaga, borrando la pintada. Apagando la leyenda. Y yo me pregunto qué era más importante: El recuerdo histórico o el recuerdo emocional.
Para mi no hay duda. Es más importante ese regalo, ese hecho anónimo que fue capaz de darle vida y significado a algo tan material como una chimenea. Esa historia formaba parte de Málaga y los malagueños más que una chimenea como otras.

Pero alguien con las cosas muy claras no ha pensado así y ha decidido borrar ese trocito de historia sentimental. Que pena no saber reconocer cuál es la realidad que vive la gente.

Así que dentro de poco esa chimenea será otra más, quizás la más alta, pero sólo otra más, y el recuerdo de Mónica quedará en nuestras memorias y nuestros corazones que lo mantendremos vivo mientras tengamos boca y dedos para contar leyendas de amor.

Si quieres obtener más información sobre la Mónica real pincha aquí, para ver los cuadros que le han dedicado pincha aquí y si quieres ver el corto que se inspiro en la chimenea de Mónica pincha aquí.

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